Servicio de 24 horas en desatrancos en Campo Real.
Liberar un conducto fuertemente bloqueado podría convertirse en un trabajo bastante molesto si carecemos de algún limpiador químico especial para desobstruir conductos. Igualmente problemático podría resultar reparar una llave que sufre de fugas.
No obstante, por suerte hay varias soluciones domésticas que pueden facilitarnos la resolución de estos inconvenientes.
¿Te interesa conocerlas?
Antes de la invención de los agentes químicos diseñados específicamente para el desatasco, el método convencional para liberar las tuberías obstruidas consistía en el uso de un desatascador mecánico. Como bien es conocido, su funcionamiento se basa en la creación de un vacío al jalar la manija, permitiendo así remover los residuos y líquidos acumulados.
Si optas por esta técnica, es necesario realizar la acción de bombeo en repetidas ocasiones y proceder a la remoción de los residuos conforme emergen para prevenir que se reinserten en la tubería.
Un método tradicional para eliminar las obstrucciones consiste en emplear un cable o un objeto delgado y maleable que contribuya a desintegrar el bloqueo creado dentro de la tubería, permitiendo así su completa liberación.
Dentro de los consejos ancestrales, también descubrimos que el uso de cola puede ser el remedio efectivo para este aprieto. Lo más adecuado es derramar cola a lo largo del desagüe; así, la bebida se esparcirá entre los residuos del conducto licuándolos. Por consiguiente, el flujo del agua se restablecerá con fluidez por el conducto en un breve lapso de tiempo.
Otra técnica para purificar el interior de los conductos consiste en derramar una solución de agua en ebullición y sal. Empieza calentando una olla abundante de agua salada. Procede a verterla gradualmente en el drenaje, facilitando así la disolución progresiva de la obstrucción.
Un método accesible para solucionar atascos pronunciados en las cañerías consiste en el uso de dos componentes frecuentes en cualquier hogar: el bicarbonato de sodio y el ácido acético, mejor conocido como vinagre.
La aplicación de estos elementos es sumamente sencilla; basta con esparcir aproximadamente cinco cucharaditas de bicarbonato, lo que viene siendo la mitad de un vaso, directamente en la abertura del desagüe; seguido de esto, debes agregar una taza completa de vinagre.
Al entrar en contacto ambos ingredientes dentro de las tuberías, se desencadenará una efervescente reacción química que resultará en la formación de abundante espuma. Es importante dejar actuar esta solución por un lapso de treinta minutos y, acto seguido, verter sobre ella agua a punto de ebullición para disolver completamente la obstrucción. En escasos minutos, el contratiempo habrá quedado atrás.
Resulta vital evitar que el desagüe se obstruya de nuevo, y para lograrlo, es recomendable adherirse a las siguientes pautas:
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